Te dije una vez: "Yo cuando me voy, lo hago para siempre. Soy de las que se va para no regresar".
Y no mentí. De hecho, es así.
Pero, cariño. El que se ha ido de mi lado has sido tú.
Y yo también dije: "El que me la hace, me la paga". Y tú estás por pagar.
Porque mi corta memoria no se aplica cuando me han hecho daño.
Hoy me heriste, si, y no lo voy a negar porque hipócrita se me quedaría corto.
Me dueles, y me vas a doler mañana también.
Pero pasaste por alto algo. Yo también sé hacer daño.
Y recuerda, que a éste lobo con piel de oveja no se le olvidan las cosas.
Y aunque pasen meses, días, y años. Me las vas a pagar.
Una por una.
Y cada vez que escuches mi nombre, juro por todo lo que tengo, y por todo lo que perdí, que tu estómago se encogerá, tus piernas temblarán, tu cabeza me maldecirá, y no sabrás nada más que cagarte en tus propios muertos.
Vamos a ver quién ríe último.
Qué conmigo no se juega, qué conmigo la has cagado.
Así que sí vamos a jugar a policías y ladrones.
Que el castigo vaya acorde al crimen.
viernes, 23 de octubre de 2015
sábado, 10 de octubre de 2015
Vuelves.
Hay sueños de los que deseas no despertar nunca.
Tú eras uno de ellos.
Mi mayor sueño.
El más real y complicado.
Tan efímera y sin tiempo.
Y hoy, me alegra decir, que soñé contigo.
Tú y yo. Y cómo me gusta decir esas tres palabras con tanta historia detrás.
Tú y yo felices, como siempre, pero en los sueños parecemos estarlo aún más.
Casi no recordaba lo que se sentía pasar la mano por tu cabello y soltar una carcajada.
Besar tu nariz y tocar con la yema de mis dedos cada parte de tu rostro.
Tocar tus pestañas, y hacerle el amor una y otra vez a tus bellas manos.
Tu mano y la mía unidas. La mejor unión jamás vista.
Pero como siempre, el despertar llega. Y con él viene la realidad.
Realidad en la que no estás.
Realidad que me hace temblar y llorar.
Una mañana rara, sí. Eso ha sido.
Pero maravillosa, a fin de cuentas.
Porque, cariño, despertar y ver un mensaje tuyo es la felicidad más pura que he sentido.
Y con ese mensaje, han vuelto las mariposas que creía muertas.
Y con las mariposas llega el amor.
Amor que creía tener enterrado.
No hay nada que se compare a ver un te amo tuyo.
Y aunque sé de sobra, que esto no cambia nada.
Algo dentro de mí sabe, que sigo siendo tuya.
Y lo seguiré siendo las veces que quieras.
Porque, a pesar de todo, por ti, estaría dispuesta a romperme las veces que sean necesarias.
Mi amor por ti no tiene tiempos ni condicionales.
viernes, 9 de octubre de 2015
Dueles.
Siempre
creí que no había nada más doloroso que la traición de un ser querido, pero
como siempre; me equivoqué.
Y es
que, lo que más duele no es ser traicionado, sino traicionar. Hacer lo que
odias que te hagan, y superarlo con creces.
Duele
intentar volver con complejos de Dioses, y ser rechazados.
Duele
volver a intentar reconstruir los pedazos que tú mismo te encargaste de romper, y darte cuenta de que esa persona ya lo
tiene todo arreglado, y con ayuda de alguien que no eres tú.
Y duele darse un golpe fuerte con la realidad. Y entender; que tú no eres tan irreemplazable como te pensabas. Y que en realidad tus besos no son tan únicos como te decían.
Duele
llorar por alguien.
Pero
duele más llorar sin alguien.
Me duele
recordar tu perfume.
Pero duele más sentirlo cerca, y no poder pasar mi boca por tu cuello.
Duelen,
tantas cosas.
Pero
nada me duele como tú.
Tú, mi carta
de la suerte.
Aún me dueles
Si te respiro
cerca.
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