lunes, 27 de abril de 2015

Kamikaze de oportunidades. Vida de presiones.

«Sécate las lágrimas. Levanta la cabeza. Ríe, y hazles creer, que eres aparentemente feliz.»
«Estudia una carrera, ponte propósitos, y realízate.» 
«Madura, sácate la venda, ponte de pie, y diles, que éso es lo que querías ser.» 
«Vete de la casa, y vive tu vida. Así es como debe ser.»
«Crece. Mira a la vida de frente. Y mantente firme.»
«Valora lo que tienes. Encuentra pareja, formaliza, y hazle pensar, que eres lo suficientemente buena para él.»

«¿Qué haces?, ¿Estás llorando otra vez?, débil. 

¿Por qué abandonas todo a medio camino?, te hemos dado miles de oportunidades. 
¿Por qué no hablaste a tiempo?, ¿Qué más esperas del mundo?
¿Por qué eres tan inconformista, tan exigente?»
«¿Qué has hecho? Tú no eras así. Cambiaste.»

«Vamos. Jamás te criticaremos. Sólo queremos verte feliz. 

Si eres feliz, seremos felices.»
«Levanta la mirada. ¿Qué haces allí hundida? 
¡Pareciera que no quieres avanzar!
¿Por qué sigues anclada?, tantas posibilidades...»
«Yo a tu edad no tuve ninguna.»

«Hey, ¿Qué pasa?, ¡Qué no es para tanto!»

¡Tú y tu manía de exagerar las cosas!
Te ahogas en un vaso de agua. 
Pareciera que no quieres poner fin a ésto...
«Son sólo consejos, eh. Puedes hacer lo que quieras de tu vida.» 

[ Silencio ] 

«¿Estás?
¿Por qué no contestas?
¿Estás bien?
Oye...»

[ Silencio ] 

«¡Eres una malagradecida! 
¡Tantos regalos y tú nada de nada!»

[ Silencio ] 

«¿Hey...?
¿Quieres hablar?, siempre estaremos aquí para ti.
Somos tu único apoyo. Tu contención. »

[ Silencio ] 

«Hemos estado pensando... y creo que te haría bien, ya sabes... salir del país. 
Comenzar de cero se te da bien.»
«¿Es demasiado tarde?»
«¿Por qué sigues sin contestar?»
«¡Pues te decides ahora o no te decides!»
«¡Y ni creas que es presión!, pero a tu edad hay que tomar decisiones.» 



«Piénsalo. Es hora de que cargues tu propia mochila, ya hemos hecho mucho por ti...»






.

viernes, 17 de abril de 2015

Días negros que llevan tu nombre.

Confundida y alterada, como siempre, pero cada vez más al borde del límite.
Supongo que de ésto se trata la vida.
Presión en el pecho. Lágrimas esperando ser recibidas por las mejillas. Promesas incumplidas. Nudo en la garganta. Impotencia acumulada. Frustraciones. Una tras otra.
Fracasos esperando anunciarse.
Y de días negros que llevan tu nombre.

Ganas de dejarlo todo, pero... ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Por quién?
No hay motivos, ni lugares, ni personas lo suficientemente importantes como para dejarlo todo.
No hay presente, ni futuro, pero vaya que existe un pasado, y se niega rotundamente a dejarme ir. Soy su prisionera, y no quiero dejar de serlo.
Eres mi bucle favorito.
Mi hogar.



Viernes con sabor a domingo. Flores con olor a muerte, y días soleados transformándose en días negros que llevan tu nombre.


domingo, 5 de abril de 2015

#Un trago a nuestra salud.

Voy a dedicarle un trago al olvido.
Voy a brindar por ti, también.
Brindaré por los recuerdos, y brindaré por mi mala suerte.
Brindaré por mi desdicha, y beberé un trago por mis metas incumplidas.
Le dedicaré cien cigarros a la muerte, y el último me lo fumaré en tu nombre.
Voy a beber hasta quedar en estado etílico.
Y voy a fumar hasta que mis pulmones digan basta.
Voy a llorar hasta que no me queden lágrimas.
Y voy a escribir hasta que mis manos tiemblen.

Voy a dedicarle un trago a la noche.
Voy a brindar por las estrellas, también.
Brindaré por los astros, y brindaré por los cosmos.
Brindaré por mis deseos que se han perdido en el universo, y beberé un trago por si algún día llegan a ser concedidos.

Voy a dedicarle un trago a tus besos.
Voy a brindar por tu boca, también.
Brindaré por tus manos, y brindaré por tus dedos.
Brindaré por tus manos benditas, que sabían recorrer mi cuerpo de norte a sur.

Voy a dedicarle un trago a tus promesas vacías. Y brindaré por las mentiras, también.
Voy a beber hasta que la noche se haga día.
Voy a beber hasta que el universo se digne a escucharme.
Voy a beber hasta que me quieras.
Voy a beber hasta beberte completa, y más.
Voy a beber, porque no sé hacer otra cosa.

Y como no puedo besarte, te verso. Y como no puedo tenerte, te vengo.
Como no puedo romperte, me rompo.
Y como no puedo olvidarte, te escribo.

Voy a dedicarte mi último poema. Porque, quién más que tú lo merece.
Vaya, un trago por ti, a quien le escribo, todavía...