sábado, 20 de junio de 2015

Somos.

Somos huracán.
Somos tormenta. 
Somos hielo. 
Somos prisa. 
Somos la cuchilla que deja la herida.

Somos sol.
Somos paz. 
Somos fuego. 
Somos calma. 
Somos caricias consentidas. 

Somos lo que odiamos, y odiamos lo que somos. 
Somos lunes por la mañana, y somos viernes en la noche. 
Echamos raíces y nos creemos libres.

Somos vida y fingimos ser muerte. 
Somos llanto camuflados de risas.
Somos felicidad disfrazada de tristeza. 
Cansancio, Amargura.

Somos nuestra canción favorita. 
Somos lluvia en invierno. 
Somos aves en primavera.
Somos agua en el mar. 

Somos la noche estrellada, y la neblina de las mañanas. 
Somos el último aliento. 
Somos la batalla perdida.
Somos un corazón roto intentando ser curado. 

Somos todo y somos nada. 
Somos sin querer. 
Queremos no ser. 

Somos nuestra peor y mejor decisión. 
Somos desdicha. 
Somos caída. 



                                    Somos lo que temíamos llegar a ser. 

martes, 16 de junio de 2015

Desaparecer.

Una vez más se intenta dar vuelta la página y sólo consigo doblarla un poco más.
Pareciera ser que todas las páginas son iguales.
No busco formar de mi mierda un poema barato, simplemente quiero descargarme. Aquí. Con las letras.
Y lo cierto es que no he escrito. No he hecho nada. Me perdí. Me salí de mi rutina y eso me desconcierta mucho.
Me siento libre y a la vez atrapada.
No tengo nada que me ate, mas mis miedos son mis grilletes.
Mis miedos y mis vicios, claro...
Me siento una mierda, pero no puedo dejar de serlo, Jamás supe cómo.
Sé que nadie entenderá nada.
Sé que ni yo me entiendo ahora.
Sólo quiero pastillas. Muchas pastillas que me saquen de aquí por un segundo.
Necesito mi rutina de hace un año, que me hacía triste, pero me tenía un poco más conforme.
He subido de peso, éso no me tiene nada contenta, pero, para variar, me encuentro aquí, sin hacer nada.
Sigo comiendo como un pavo de navidad al que quieren engordar, y lo peor es que no sé detenerme.
La culpa ya no consigue ganarme, y la comida se queda en mi estómago.
Me siento mal por ello, mas no sé cómo repararlo.
O quizás sí... Pero tal vez ya no quiera.

Quiero encerrarme otra vez.
Quiero dejar de tomar.
Quiero dejar las drogas.
Quiero dejar de comer.
Y quiero dejar de intentar ser feliz.
Quiero hundirme en la mierda de nuevo, pero no lo consigo.
Me siento tan desorientada. No es ésto lo que quería.
Realmente no soy feliz. Ni un poquito.
No soy más feliz que hace un año. Quizás tengo menos problemas. O quizás aprendí a ignorarlos.
Me siento tan, tan, tan vacía.

No tengo ganas ni de escribir.
Ni de adelgazar.
Ni de preocuparme de mí.
Ni de nadie.
Simplemente quiero quedarme aquí, sin hacer nada. Pero me siento inquieta.
Mi mente está dividida en dos posiciones, que si bien son parecidas, ahora mismo parecieran ser completamente opuestas,

Estoy decidida.
Seguiré así.
Seguiré tomando.
Seguiré drogándome.
Seguiré quejándome.
Seguiré desperdiciando mi vida.
Quizás debería volver a enloquecer.
Quizás debería salir de aquí.
Nunca fue tan difícil vivir la realidad, porque jamás la viví por completo.
Quizás debería dejar de comer.




Quizás.
     Debería.
           Desaparecer.