viernes, 27 de febrero de 2015

Dueles.

Te dediqué mil poemas y una noche en mi cama.
Te dibujé mil iconos buscando tu figura de ángel pasajero.
Te aprendí de memoria. Cada parte. Cada detalle.
Te quise y te amé.
Te busqué y te encontré.
Me dejaste y nos dejamos.
Me rompiste y nos rompimos.
Me olvidaste y...


Y es que me cuesta entender esa capacidad que tienes para olvidar.
Yo con tan buena memoria y tú tan amnésico.
Yo tan tuya y tú tan libre.

Te escribo desde el cansancio.
El cansancio que me produce siquiera pensarte. Pensarnos.
Te escribo desde el te quiero. En presente, porque así lo siento.
Te quise en pasado, te quiero en presente y a quién engaño, te querré en el futuro también.
Porque aunque estamos condenados a no ser, yo a diferencia tuya, sí soy. Y sí fuimos. No me lo vuelvas a negar. Por favor. No más.
Me duele escribirte, y es que siempre que intento plasmar mis sentimientos por ti en el papel me tiembla la mano. Se me eriza la piel. Y me siento débil.
Me duele escribirte porque sé que cada vez que te escribo voy dejando una pequeña parte de nuestro amor impregnada en las letras.
Es como comenzar a entender a la idea de que ya no somos. De que pudimos ser. Y me rompe.
Es irónico porque sigues rompiéndome después de tanto tiempo. Sigues doliendo. Tanto o más que antes.
Lo peor de todo, es que ya no estás, y no vas a estarlo.
No te tengo para pedirme perdón.
No te tengo para volver a empezar.
No te tengo para que me beses la herida y me digas "todo está bien".
No te tengo para amarte.
Y es que no sabíamos amarnos, sí. Pero lo hicimos. A nuestra forma.
Mal o bien.
Pero lo hicimos.
No me cabe duda, al menos yo lo hice.
Porque, mi amor, si no fuese así, no te estaría llorando en éste preciso instante.


  Nos estaremos viendo, pronto. 
 Siempre tuya. T.Q.Y.M.E.P.






miércoles, 4 de febrero de 2015

Todo o nada, como lo quieras ver.

Estoy aquí para decir adiós. Para dar vuelta la página, y qué digo. Para hacer un nuevo libro.
Mi propio libro. Libre de miedos y desdicha.
Libre de toda la mierda que he venido acarreando toda mi vida.
Libre de ti, libre de nosotras.
Libre de lo que me hizo tan infeliz. Y libre de lo que se puede cambiar.
Y es que, resulta, que me pasé la vida buscando la solución a problemas que no la tienen. Y es triste. Sí. Pero debes aceptarlo.
Me pasé la vida sintiendo lástima por mí.
Olvidé mis principios y mis metas.
Olvidé mi razón para luchar.
Y olvidé lo más importante. Me olvidé de mí.
Y es que, yo soy la protagonista de todo ésto.
Yo soy la que importó siempre. Es mi vida. Es mi libro.
Pasé pendiente de lo insustancial, y olvidé lo importante.

Estoy aquí para decir basta.
los recuerdos tristes dominaron mi vida. Me dominaron. Se ocultaron en la caverna de mi memoria.
Se alojaron en mi corazón y lo congelaron. Me hicieron sentir asco, rabia, y tristeza por mí misma.
Yo vine aquí a vivir. A disfrutar y a enamorarme de mí.
Vine aquí a crecer como persona. A emocionarme de nuevo. A reír. A disfrutar cada minuto, cada persona, cada día.
Quiero saborear cada instante del tiempo que me queda. A respirar hondo. A vivir mi vida. La vida que me tocó. Con fallos y mucha mierda, pero es lo que tengo. Y puedo cambiarlo sí. Pero estaba cambiándolo de la forma equivocada.
Me dejé dominar por mis sentimientos, y así no funciona.
Me olvidé de mis lecciones de vida y las dejé enredarme. Las dejé crecer en el interior de mi alma, y me jodieron.

Estoy aquí para hacerme valer de una puta vez.
Y no es maldad. Simplemente es saber con quién usar el corazón, y con quién no.
Prefiero ser una perra maldita, que una estúpida dejada.
Seré lo que realmente soy, pero mejor.
Seré lo que quiero ser. Sin limitaciones sociales. Sin limitaciones emocionales.
Mientras yo sepa quién soy, no me interesa lo que diga la gente.
Qué hablen. Qué opinen, Qué digan. Qué inventen. Yo, no vivo de esa gente.

Hay caídas, sí. Y yo tuve una muy grande. Toqué fondo, y no una, sino muchas veces. Pero me levanté. Y lo estoy haciendo justo ahora. Para empezar de cero. Para cambiar mi dirección. Iré por lo que merezco. Tomaré el camino que siempre debí seguir. Y aunque vuelva a caer. Me levantaré y resurgiré con más fuerza. Porque ésto soy yo.

Vivir para mí, no es suficiente. Hay que existir, todo o nada. Blanco o negro. SER, O NO SER. Y YO SOY.